Un encuentro en la residencia del Cervantes de América

 

El dramaturgo y poeta alemán Bertolt Brecht decía: "Me parezco al que llevaba el ladrillo consigo para mostrar al mundo como era su casa". Esa roca limada al tiempo con el estoicismo más digno y altivo lo replicaría Juan Montalvo Fiallos (1832 - 1889) en un manuscrito confeso e íntimo a su leal amigo Rafael "Mi querido amigo me harás el favor de leer sólo esta carta la última peseta me la he comido ya, que le diría al dueño de la casa el día de la próxima cuenta, nunca yo hubiera pensado que el exilio tomara tan horrible forma, un hombre no debe llegar a este transe, los amigos deben repartirse el hambre como hermanos, ¿te será posible ofrecerme mil francos?, saldré a la fama y tu habrás contribuído a la honra de tu patria y de esta América" eran los días amargos e insomnes del exilio, la nostalgia y la noción verdadera de tener Patria.

La Quinta de Juan Montalvo tiene aproximadamente 200 años de existencia y cuenta actualmente con una hectárea de extensión. En este espacio se ha logrado mantener vivo el espíritu del ilustre escritor y filósofo ambateño.La patria son esos detalles elementales como el trinar de gorriones al amanecer, el vuelo de los colibríes, el florecer de los claveles, el aroma del floripondio, el áspero sonar de los sauces ante el viento del atardecer, una moneda chapoteando hasta el final de la fuente de los deseos. La patria es el hogar donde uno encuentra cobijo mientras llueve estrepitosamente en el mundo, el portón abriéndose como los abrazos. El cobijo, la lealtad, lo que alcanza sin reniegos a reclamar Montalvo "Quiero el sol, las campanas, la hacienda, la leche caliente, daría mis ocho años en Europa por cuatro días de felicidad doméstica".

Dentro de este sitio se encuentra la casa que perteneció al escritor. En su interior se han adecuado tres salas que exhiben los mobiliarios de la época, así como objetos importantes entre los que se destacan un piano, la cama, cuadros y cartas del afamado pensador ecuatoriano.

Ya en los jardines de la propiedad hay una pileta 'de los deseos'. En el lugar se respira un ambiente de paz y tranquilidad, rodeado de árboles y varios letreros interpretativos con frases célebres de Juan Montalvo. Este fue uno de los lugares más queridos del 'Cervantes de América'.

Por: Miguelángel Rengifo Robayo | Leer más...