Los retos y riesgos del Periodismo de Investigación…
Todos hablan de libertad de expresión, pero nadie habla desde los zapatos del periodista, ellos tienen cientos de historias que han tenido que callar, quedarse con ese nudo en la garganta y estrujar sus dedos por la impotencia, la sensación de golpear con su puño a quien lo ató de hablar y escribir. Su valentía y horas de trabajo investigando han sido reemplazados por una nota de farándula o rellenados por publicidad, el director dice ‘todavía no es tiempo’, pero si las horas y días siguen pasando, todo aquello se va acumulando y enreda como una bola de lana que un gato juega a destrozar las cerámicas más finas de la sala de estar.
Quizá independizarse sea la mejor opción, pero no es viable por lo económico, el periodista de campo tiene días y meses de trabajo sin descanso, sin tiempo ni para comer o dormir y el dinero es volátil cuando debe trasladarse más de tres veces al día y en esa dicotomía se pregunta, ¿hasta cuándo la verdadera investigación será valorada y bien compensada?, pues, es irónico porque desde la escuela enseñamos a los niños a investigar, hacer preguntas, que analicen cada minúsculo detalle y compartan sus conclusiones, muchas veces elaboren una hipótesis, tesis o realicen un prototipo de su indagación; todo ello parecía fascinante porque se descubría nuevas cosas, teníamos en nuestra mano una lupa y buscábamos las respuestas correctas a todas nuestras dudas. En cambio ahora, ya con esta maravillosa profesión, tenemos una lupa incrustada en nuestro ojo que lo podemos regular para que se transforme en un largavistas o más aún, un telescopio y en su nivel más bajo, un microscopio.
SER PERIODISTA DE INVESTIGACIÓN ES UN OFICIO CON BASES ÉTICAS, QUE SABOTEA AQUELLAS FALACIAS QUE ENCAPSULAN EN BURBUJAS LA REALIDAD, REQUIERE DE GRAN VALOR, SIEMPRE DISPUESTOS A DARLO TODO POR UNA ENTREVISTA.
No se diga de la juventud que es mucho más curiosa y quiere seguir aprendiendo, donde lo nuevo es cada vez más latente. Queremos conocer y saber absolutamente todo; también, una última oportunidad de guiarles por el camino del bien, donde deben forjarse en base a los valores aprendidos y plasmar su definición de ‘ser una buena persona’; tendrán varios escenarios que su personalidad se construirá en base a sus decisiones.
Al igual, es la ocasión para ahuyentar las malas influencias y ser firmes en lo que han aprendido. ¿En qué hemos fallado?, ¿Cuál fue la decisión para que nuestros jóvenes investigadores se retraigan de seguir?, ¿existen muchos obstáculos para investigar este mundo caótico?, ¿se han desilusionado del Periodismo de Investigación a causa de las injusticias?, pido disculpas por tantas interrogantes pero estas preguntas invaden mi mente cuando el comunicador sigue el ámbito del entretenimiento y no el maravilloso campo de la exploración de la información; pues aprendió la metodología y la puso en práctica, pero ahora persigue junto a un paparazzi a los famosos y aquí va otra pregunta: ¿por qué no los censuran a ellos?, si graban la vida privada de las personas, algo que está penado por la Ley; muchos ingresan a propiedad privada, crean difamaciones, calumnias e incluso cambian escenarios y crean una historia falsa. Ese es el camino fácil que nos decía mamá y papá, porque solo miramos el rubro económico y no el esfuerzo, que vale millones de veces más.
Estamos en pleno siglo XXI y duele saber que ser periodista es peor que ser narcotraficante, porque la verdad es más peligrosa que una droga. Está en campos escondidos donde los valores se llevó la corriente del río, donde la niebla espesa cubre la vista del raciocinio y la llovizna limpia el sudor amargo después de empaquetar pequeñas dosis de lo ilegal.
Y sí, es enserio, podemos comparar la información verdadera con una sustancia tóxica que daña. Pero en este caso, el Periodismo de Investigación daña a quién arruinó su vida por aprovecharse de los demás, de su pueblo; quién ya no está consciente y tiene cinismo en su sangre, alguien que se acostumbró a repartir mentiras a diario al punto que ya no conoce la verdad. Barría a todos y colocaba el polvo junto a la basura debajo de esa alfombra, la alfombra informativa que fue descubierta por el periodista, aquel secretismo y ocultismo son soplados por el viento.
Aunque la sociedad ve con buenos ojos el rol del Periodismo de Investigación, en su titánica tarea de develar la verdad oculta por los poderes fácticos y económicos en el mundo; un gran segmento los acusa de vendidos al poder de turno e inclusive a la publicidad, sin ver lo profundo de su labor como el riesgo profesional, familiar y del medio. No siempre es posible alcanzar la verdad, pero quienes lo hacen están llegando a la cumbre del periodismo.
“El periodismo es el mejor oficio del mundo". GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ
El Periodismo de Investigación es la esencia misma del periodismo, porque marcha siempre detrás de develar lo que otros quieren ocultar, la verdad ".
Los héroes están silenciosos, escuchando, observando y escribiendo para que tú le creas, valores todo su profesionalismo y ética. Su vocación es el compromiso social que rompe ese cerco comunicacional y aunque lo confisquen sus instrumentos de trabajo, lo callen, delaten, persigan y lo quieran matar, la verdad rebosará en el pensar de cada uno; porque ser periodista es tener esa venda en la boca y los ojos, como ataduras en las manos y pies, pero es la audiencia que con su confianza da esa fuerza sobrenatural, fe consignada en fortaleza para romper vendas y cadenas, para liberarnos y libertar la verdad.
Censura previa al periodismo, impedimento de acceso a la información.
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