El 31 de julio, en Quito, Ecuador y EE. UU. firmaron un acuerdo de cooperación en seguridad con vigencia inicial de 18 meses, que contempla el intercambio de oficiales de enlace y el uso de datos biométricos.

El convenio establece el intercambio de oficiales de enlace, quienes coordinarán investigaciones, compartirán información y promoverán buenas prácticas. La iniciativa tiene una duración inicial de 18 meses y busca fortalecer el trabajo conjunto contra el crimen organizado.

Uno de los puntos más relevantes del acuerdo es la implementación de mecanismos de control fronterizo más efectivos, con el uso compartido de datos biométricos y tecnología avanzada. Además, se discutió la extradición de criminales, incluido el caso de alias Fito, considerado de alta peligrosidad.

Durante la reunión, Noem resaltó la disminución del flujo migratorio irregular de ecuatorianos hacia Estados Unidos y subrayó que Ecuador se ha convertido en un socio estratégico en la región para garantizar la seguridad hemisférica.

Este convenio refuerza la relación bilateral entre ambas naciones, proyectando un trabajo más sólido frente a los desafíos regionales y enviando un mensaje de cooperación firme contra el crimen organizado y la migración ilegal.