Por: Redacción Central

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Las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China siguen escalando, con ambos países adoptando posturas desafiantes. La guerra comercial, iniciada por el presidente Donald Trump en abril, ha generado un impacto significativo en los mercados globales, con pérdidas millonarias.

Imposición de aranceles

China ha dejado claro que no cederá fácilmente a las amenazas de Washington. Respondiendo a la advertencia de Trump de imponer un arancel adicional del 50% a las importaciones chinas a partir del 9 de abril, Pekín ha mantenido su firmeza, manteniendo los aranceles del 34% que había impuesto en represalia por las medidas previas de Estados Unidos.

La Casa Blanca ha confirmado que los aranceles a los productos chinos aumentarán al 104% desde el 9 de abril de 2025, cumpliendo la amenaza de Trump.

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Esta medida se produce después de que el presidente anunciara la semana pasada un incremento del 54% en los aranceles sobre los productos chinos, con la posibilidad de agregar un 50% más si China respondía con represalias. Como respuesta, Pekín implementará un arancel del 34% a los productos estadounidenses a partir del 10 de abril.

Karoline Leavitt, portavoz de la Casa Blanca, defendió la postura de Trump, destacando que el presidente cree que China debe llegar a un acuerdo con Estados Unidos y calificó como un error la respuesta de Pekín. Trump ha descartado cualquier pausa en su política comercial y cancelado reuniones con China, aunque ha mostrado disposición para negociar con otros países, lo que sugiere que la confrontación con Pekín podría seguir sin cambios inmediatos.

Si Trump sigue adelante con su plan, los aranceles totales podrían llegar al 104%, buscando no solo afectar a los exportadores chinos, sino también excluir a China del mayor mercado de consumo del mundo. Esto refleja la creciente confrontación y la incertidumbre sobre el futuro de las relaciones comerciales entre ambas naciones.